Todo comenzó con dos personas valientes.
Una con experiencia en el mundo de la moda, y la otra trabajando en una oficina bancaria. La vida, como suele hacerlo, les cambió el rumbo cuando llegó la pérdida del empleo. Ante la incertidumbre, y lejos de rendirse, tomaron una decisión que marcaría sus vidas: emprender. Fue una de ellas quien, con visión y coraje, impulsó la idea de crear su propia empresa. Así nació el sueño, en medio de la adversidad, pero lleno de esperanza.
La corriente ataca.
Los inicios no fueron fáciles. Nadie confiaba en una empresa recién creada que vendía productos del centro de Bogotá. Las puertas se cerraban, las oportunidades eran escasas y el mercado no daba tregua. Pero ellos no se dejaron vencer. Cada día salían con la firme convicción de que lo lograrían. La pasión por lo que hacían era más fuerte que cualquier obstáculo. La resiliencia se volvió su compañera de camino.
Todo o nada.
Tras muchos intentos, largas conversaciones, y negociaciones sin frutos, la recompensa llegó. Una entidad bancaria apostó por su proyecto y les brindó el respaldo económico que tanto necesitaban. Era su primera gran oportunidad, y no la iban a desaprovechar. En lugar de usar los recursos para su bienestar personal, como muchos lo harían, decidieron invertirlo todo en su negocio. Fue una muestra de carácter, compromiso y visión a largo plazo.
La gran oportunidad.
Esa apuesta total dio sus frutos. Su determinación llamó la atención de una multinacional, que les abrió las puertas para comercializar sus productos a gran escala. Lo que parecía imposible se hizo realidad. En ese momento, entendieron que haber sido versátiles, pacientes y persistentes valió completamente la pena. El esfuerzo no solo se notó… se multiplicó.
No había vuelta atrás.
Desde ese día, no hubo vuelta atrás. Cada paso fue hacia adelante, cada año una nueva meta, cada cliente una razón más para seguir creciendo. La empresa evolucionó, maduró y se consolidó, pero nunca olvidó sus raíces: la pasión, la fe, y ese primer día en que decidieron creer en ellos mismos cuando nadie más lo hacía.
La Historia hasta ahora comienza.
Hoy, tras 20 años de historia, seguimos de pie, más fuertes, más sabios y con la misma pasión del primer día. Nuestra historia no es solo de éxito empresarial, es una historia de valentía, esfuerzo y visión. Porque todo lo que vale la pena comienza con un sueño… y se construye con trabajo, corazón y perseverancia.